Historia

Historia

  • some

Casanare, tiene una historia muy interesante, este hermoso departamento se construyo con la pujanza de los llaneros, con la fuerza y talante de su gente, Casanare inicio su formación desde el virreinato de España, en esos momento los actuales territorios de Colombia y Venezuela eran uno solo bajo el nombre de la Nueva Granada, y se dividía en provincias.

Los Llanos Orientales se dividían en dos: la Provincia de los Llanos de Casanare con su capital Santiago de las Atalayas, y la Provincia de los Llanos de San Martín con su capital San Juan de los Llanos [1]. En 1622 el presidente del Nuevo Reino dio a la Compañía de Jesús los territorios de los Llanos para que estableciesen misiones. Para mantenerse económicamente, esta comunidad religiosa fundó hatos y con ello ayudaron a construir las principales vías de comunicación del Meta y el Orinoco. Esta fue la segunda gran colonización.

El territorio fue clave para la Independencia. Una de sus poblaciones (Pore) recibió de Simón Bolívar el título de “Cuna de la Libertad”, porque allí se conformó y se movilizó un valeroso ejército, que estratégicamente atravesó las difíciles condiciones de la cordillera Oriental, y libró la “Batalla del Pantano de Vargas”, un combate definitivo para la independencia.

Después de la guerra independentista, estos territorios fueron polos de desarrollo. Hacia la mitad del siglo XIX se conformaron como una de las principales zonas de comercio fluvial. Apellidos como Bonnet y Convers rememoran a los comerciantes que hicieron posible que los barcos a vapor entre la ciudad de Bolívar (hoy Venezuela) y el puerto de Orocué (hoy Casanare sobre el río Meta) llevaran café, pieles, caucho y ganado llanero al resto del mundo, a través del mar Caribe. Este florecimiento comercial dio lugar a la tercera y una de las más grandes colonizaciones.

 

 

El siglo XX sorprendió al país con un prolongado conflicto interno llamado “La Guerra de los Mil Días”, la cual –más allá de dejar vencedores y vencidos– provocó la quiebra de la ganadería, y por tanto de la economía regional. Para los años cuarenta y cincuenta el conflicto interno se agudizó, y fue el asesinato del caudillo liberal Jorge Eliécer Gaitán en 1948, fue la gota que rebasó la copa. Los campesinos llaneros estaban cansados de los abusos de la Policía de ese entonces, que aplicaba fuertes reprimendas a los pobladores de este territorio, por ser liberales. Esta dinámica dio paso a la conformación del movimiento conocido como las “guerrillas liberales del Llano”, el que por su enorme accionar alcanzó trascendencia nacional.

 

Es de resaltar que de manera admirable la comunidad llanera ha sabido sobreponerse en lo social y lo económico a las funestas etapas de violencia, y ha logrado hacer aportes al territorio colombiano en los aspectos económico y cultural. De hecho, en los años noventa la contribución de la ganadería al producto interno bruto del país se reflejó en la creación de un sólido banco, en su mayoría propiedad de los ganaderos. Fue este la primera empresa colombiana en emitir acciones en la Bolsa de Nueva York. Para la época, tras el descubrimiento de los campos Cusiana y Cupiagua el Casanare se convirtió en productor petrolero. En 1992 ello lo consolidó como el primer productor nacional de crudo.

 

La súbita bonanza petrolera produjo un cambio en la cultura campesina, agrícola y ganadera de los habitantes, y provocó un choque entre la sociedad casanareña. A esto se sumó una importante migración hacia las zonas petroleras; tanto, que en 2015 el DANE reportó un incremento poblacional de 109,7% en el departamento. 

 

En la actualidad podría decirse que la mayoría del corredor turístico Llanos Orientales está viviendo una época pospetrolera que, sin embargo, no ha frenado la economía. Por ejemplo, desde el año 2000 el producto interno del departamento del Meta se ha incrementado 284,9%, hecho que lo posiciona como el de mayor crecimiento en el país. Adicionalmente, tiene la mayor tasa sostenida de crecimiento promedio anual (10,4%) [5]. Aunque la minería es su principal renglón económico, el turismo se ha convertido en una opción para dar prioridad a la conservación de ecosistemas únicos, como la Sierra de La Macarena.